Coroico o “Los pilas (paraguayos) aún nos matan!”
7. März 2011 von Thilo Firminus PapacekNi todo es trabajo, y por eso hace dos semanas había decidido hacer una pequeña viajen por el fin de semana. Me fue junto con Mauricio Belmonte Pijuar, un colega quien había encontrado en el archivo, a Coroico, en las Yungas. Para quienes no lo sepan: “Las Yungas”: eso es la zona de transición entre el altiplano andino y la cuenca del amazonas. Fue un excelente fin de semana, caminamos por bosques y disfrutamos del clima más tropical y la paisaje bellísima. Para Mauricio lo era la primera vez en 23 años qué se fue a Coroico. Para él, el viaje también tenía una calidad sentimental: el hermano de su abuelo, un emigrante catalán, vivía allí y nosotros buscamos (y encontramos) la tumba del Don Vicente Pijuar. Y mi tema de investigación no me deja: El Don Vicente yace ahora en la zona del cementerio reservado a los “Benmeritos de la Guerra del Chaco”. Parece qué el había participado en la contienda, un hecho que incluso el Mauricio ignoraba hasta entonces.
Pero lo más espectacular era el camino. La nueva ruta fue abierta tan solo en 2006 (después de 50 años de construcción). Desde La Paz se sube a casi 5000 metros de altura, donde ya no crece mucho. Y cuando pasamos por la cumbre, nevaba! Y entonces se dece a 1500 metros. El cambio de lima no pudiera ser más brusco, las vistas no pudieran ser más espectaculares. Sierras nevadas gigantescas se ponen sobre valles verdes. En Coroico el clima es (sub)tropical, me acuerda mucho a Brasil. Ha una abundancia de flores y vegetación, colibris por todos los lados y muchísimos aves; durante nuestras caminatas habíamos visto incluso algunos loros. Todo ese cambio climático en tan solo 2 horas y media de viajen. Sin lugar a dudas, esa fue la más espectacular viajen de autobus que ya hice.
Y se nota también, como la topografía de Bolívia ha determinado el desarrollo económico de ese país. La geografía, el espacio físico impide tanto aquí. No es una hazaña fácil de construir una carretera aquí, no señora! Estas montañas son de verdad una barrera para el tráfico de bienes y personas. Antes de 2006 se utilizaba un otro camino que quedó famoso como la “carretera de la muerte” – fue considerado por algunos como la carretera más peligrosa del mundo; hoy en día es de uso exclusivo de turistas aventurados que la bajan de bicicleta. Las agencias de turismo ofrecen paquetes con guías, bicicletas “downhill” comida etc. …y una pollera que dice “I survived the deathroad!” Bueno, pero tampoco esa carretera es muy antigua (en los términos de un historiador). Se empezó a construirla en 1933 y se utilizaba la mano de obra de – tadah, nuevamente mi tema me recoge: – prisioneros de guerra paraguayos. Pero esa ruta era muy peligrosa, muchos murieron, por eso se decidió muy luego de construir una nueva carretera. Cuando no funcionaba esa nueva ruta, Mauricio me contaba que se hizo el chiste de humor negro, en alusión a los prisioneros paraguayos: “Los pilas aún nos matan!” (“pilas” es el nombre despectivo que se daba en Bolivia a los Paraguayos durante la guerra.)